¿No sabe dónde comer en Milán? ¿Busca los mejores restaurantes para sorprender a su paladar? Sigue la guía. Por Johanna y Fabien
Nunca te quedarás sin lugares para comer en Milán. La segunda ciudad más grande de Italia alberga multitud de restaurantes, desde establecimientos con estrellas Michelin hasta trattorias tradicionales.
Desde la década de 1980, Milán se ha consolidado como un lugar al que se han trasladado chefs italianos e internacionales para aprender, experimentar con nuevos tipos de cocina o abrir sus propios establecimientos. No es casualidad que Milán ofrezca muchos tipos de cocina internacional, que pueden ser más difíciles de encontrar en otras ciudades italianas
Esta diversidad también es apreciada por los lugareños, ávidos de descubrir nuevos sabores y sedientos de innovación y creatividad. Aquí tiene un resumen de los mejores restaurantes de Milán.
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Al Mercato
Parte hamburguesería, parte restaurante gourmet, Al Mercato combina la filosofía de la comida callejera con la intención de la alta cocina. Aquí hay dos tipos de hamburguesas: la clásica con lechuga, tomate, pepino y cebolla roja; y la hamburguesa tártara con mostaza, queso de cabra y cebollino. Las hamburguesas especiales cambian a diario y todas se sirven con aros de cebolla, queso y patatas fritas.
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Iyo
Iyo experimenta con la cocina japonesa moderna que combina recetas tradicionales con sabores italianos. El restaurante tiene capacidad para 80 personas y desde la cocina abierta se puede ver a los chefs preparar los platos. También hay mostradores brillantes en el centro de la sala, donde los chefs preparan el sushi. Las especialidades de Iyo incluyen nigiri, carpaccio y tempura.
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Ristorante Berton
El minimalismo creativo es lo que define la cocina del chef Andrea Berton. Desde la elección de los ingredientes hasta su composición en el plato, Berton no está vinculado a ninguna tradición culinaria italiana en particular. Sin embargo, le gusta innovar combinando diferentes influencias alimentarias regionales. Puede probar esta creatividad en platos como la lasaña con pichón y el costillar de cordero con pimiento relleno de ricotta, cebolla y salsa verde. También hay un menú degustación, que el chef sugiere compartir con el resto de la mesa por su complejidad. El restaurante tiene enormes ventanales que ofrecen una vista de Porta Nuova.
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Ristorante Cracco
Carlo Cracco es uno de los chefs italianos más reconocidos del momento. El chef ha abierto su propio restaurante en la Galleria Vittorio Emanuele II, un exclusivo centro comercial. Con cinco plantas, el restaurante está diseñado como un imperio de la comida. En la planta baja hay un café-bistró, ideal para desayunar o comer. En el piso superior se encuentra el restaurante de alta cocina, con tres comedores y dos áreas privadas para reuniones íntimas o celebraciones especiales. El menú incluye muchos clásicos milaneses, como el risotto al azafrán, el tuétano de hueso a la parrilla y el guiso de hígado. La Sala Mengoni, en la quinta planta, está reservada para eventos.
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Seta
Situado en el segundo patio del hotel Mandarin Oriental, este restaurante con dos estrellas Michelin tiene grandes ventanales que permiten ver al chef Antonio Guida trabajando. Profundamente arraigado en la región de Apulia, en el sur de Italia, el chef añade influencias toscanas y francesas (donde estudió) a las recetas de Apulia. El menú está lleno de delicias, con platos como tortelli rellenos de pato, calabaza, queso pecorino y salsa de vino tinto; langosta azul asada con zabaglione Loazzolo, patatas y té matcha; y cordero perfumado con hierbas, polenta de tinta de calamar y pimientos rellenos. Una de las mejores maneras de apreciar el talento de Guida es pedir el menú degustación, que permite probar desde los entrantes hasta los postres preparados por Nicola Di Lena.
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Enrico Bartolini – MUDEC
Enrico Bartolini es probablemente uno de los chefs italianos más famosos. Es el único cocinero en la historia de la Guía Michelin que ha recibido cuatro estrellas al mismo tiempo, dos de las cuales fueron concedidas a su popular restaurante del Museo de las Culturas de Milán (MUDEC). Situado en el centro del Design District, el restaurante se encuentra en la tercera planta del museo. Ofrece lo que los expertos del sector denominan alta cocina, debido a su armoniosa sencillez que marida una serie de ingredientes de temporada que se colocan en el plato, como una obra de arte. Hay dos menús de degustación, Be Contemporary y Be Classic, y una serie de platos a la carta. El Be Classic incluye platos como bottoni con cacciucco y pulpo a la parrilla, y risotto con nabos rojos y salsa de gorgonzola.
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Serica
La tradición culinaria china se une a la cocina italiana en Serica. Esta fusión es la filosofía del restaurante milanés del chef Chang Liu. Aquí los platos representan la unión de las dos culturas en forma, ingredientes y técnica. Además, la cocina hace hincapié en la estacionalidad. ¿Algunos ejemplos? Wonton con relleno emiliano y salsa de parmesano, y pichón xin jiong con calabaza confitada, rebozuelos y salsa de espinacas.
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Da Giannino – L’Angolo d’Abruzzo
El ambiente en Da Giannino es cálido y agradable, una marca clásica de la hospitalidad en Abruzzo, una región del sur de Italia. Las raciones son abundantes, así que si quieres probar diferentes recetas, el enfoque familiar es siempre una buena opción. Los espaguetis alla chitarra con salsa de cordero son una gran opción.
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Joia
Joia es uno de los mejores restaurantes vegetarianos de la ciudad. Con una estrella Michelin desde 1996, es el templo del chef Pietro Leemann. El diseño del restaurante es minimalista y sofisticado, lo que contrasta fuertemente con los coloridos platos. El menú hace hincapié en la estacionalidad de los ingredientes; los rollos de trigo sarraceno rellenos de coliflor y harissa son muy populares.
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L’Alchimia Ristorante y Lounge Bar
Puedes pasar toda la tarde aquí. L’Alchimia es un acogedor restaurante con 50 plazas y mesas de madera sin mantel. Si prefiere un ambiente más íntimo, opte por el salón privado con una mesa para ocho personas que da a la cocina del chef Davide Puleio. El risotto Milán-Roma -un clásico risotto milanés con un toque romano (el chef es de la capital italiana)- es especialmente bueno. Termine la velada en el lounge bar, cómodamente sentado en un sofá, tomando un La Mia Milano, un cóctel elaborado con vermut Cocchi Storico, Campari, Rabarbaro Zucca y jengibre.
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28 Posti
Al salir de este bistró, los visitantes probablemente hablarán mucho de la comida, pero también del diseño interior del restaurante. Los muebles están hechos por los internos del Istituto Penitenziario di Bollate, gracias a la colaboración entre 28 Posti y la ONG Liveinslums. Fundado por Silvia Orazi y Gaetano Berni, el programa pretende enseñar a los presos un oficio que les ayude a reintegrarse en la sociedad. Todo lo que se ve dentro del restaurante está hecho con materiales reciclados, y el menú cambia cada dos meses. En la cocina del talentoso chef Marco Ambrosino, la sostenibilidad desempeña un papel importante, especialmente en el abastecimiento de ingredientes.
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Manna
El menú del chef Matteo Fronduti incluye opciones de carne y pescado, con recetas basadas en la tradición lombarda. Incluso los nombres de los platos son intrigantes: pruebe el All Smoke, que son espaguetis con grelos, rábano picante y arenque ahumado. Entre los platos principales, el baccalà cremoso con taragna de polenta y chutney de naranja picante es muy sabroso.
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Ada e Augusto – Cascina Guzzafame
Ubicado en una granja, Ada e Augusto es la creación del chef de origen japonés Takeshi Iwai. Se expresa con platos que son una intrigante mezcla de cocina italiana y japonesa. Los favoritos del menú son el nabo rojo y la almendra, la tempura, el capocollo y la fruta de la pasión, la ternera con pan y el tuétano picante. Termine la comida con el soufflé de chocolate y avellanas con helado ahumado.
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